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ESRN n°17
3° año -2025-
Trabajo integrador de lengua y literatura
A partir de la lectura del cuento “la intrusa” de Pedro Orgambide, resolver las siguientes consignas:
¿Quién es el que habla y qué está haciendo?
¿Por qué debe defenderse? ¿Quién es la intrusa?
Según su interpretación del texto, González, ¿es culpable o inocente? Justifique.
Identifique y luego extrae: 5(cinco) pronombres, 5(cinco) sustantivos y 5(cinco) verbos y 5 (cinco) adjetivos; clasifíquelos según corresponda.
La intrusa
Ella tuvo la culpa, señor Juez. Hasta entonces, hasta el día que llegó, nadie se quejó de mi conducta. Puedo decirlo con la frente bien alta. Yo era el primero en llegar a la oficina y el último en irme. Mi escritorio era el más limpio de todos. Jamás me olvidé de cubrir la máquina de calcular, por ejemplo, o de planchar con mis propias manos el papel carbónico.
El año pasado, sin ir muy lejos, recibí una medalla del mismo gerente. En cuanto a ésa, me pareció sospechosa desde el primer momento. Vino con tantas ínfulas a la oficina. Además ¡qué exageración! recibirla con un discurso, como si fuera una princesa. Yo seguí trabajando como si nada pasara. Los otros se deshacían en elogios. Alguno deslumbrado, se atrevía a rozarla con la mano. ¿Cree usted que yo me inmuté por eso, Señor Juez? No. Tengo mis principios y no los voy a cambiar de un día para el otro. Pero hay cosas que colman la medida. La intrusa, poco a poco, me fue invadiendo. Comencé a perder el apetito. Mi mujer me compró un tónico, pero sin resultado. ¡Si hasta se me caía el pelo, señor, y soñaba con ella! Todo lo soporté, todo. Menos lo de ayer. «González – me dijo el Gerente – lamento decirle que la empresa ha decidido prescindir de sus servicios». Veinte años, Señor Juez, veinte años tirados a la basura. Supe que ella fue con la alcahuetería. Y yo, que nunca dije una mala palabra, la insulté. Sí, confieso que la insulté, señor Juez, y que le pegué con todas mis fuerzas. Fui yo quien le dio con el fierro. Le gritaba y estaba como loco. Ella tuvo la culpa. Arruinó mi carrera, la vida de un hombre honrado, señor. Me perdí por una extranjera, por una miserable computadora, por un pedazo de lata, como quien dice.
Lee el cuento “Tiempo libre” y responde:
¿Qué tipo de narrador se presenta en la historia? ¿Qué hace todos los días?
¿Qué cosas extrañas comenzaron a sucederle? (Cuenten en orden esas cosas extrañas que le fueron ocurriendo).
¿Quién lo encontró al final? ¿Qué hizo con él?
¿En qué se había convertido?
Reconoce y extrae al menos 10(diez) verbos; luego indique en qué TIEMPO, MODO y PERSONA están.
El último fragmento del cuento está en negrita, lee nuevamente y transcríbelo en TIEMPO PRESENTE DEL MODO INDICATIVO.


“TIEMPO LIBRE”, Guillermo Samperio
Todas las mañanas compro el periódico y todas las mañanas, al leerlo, me mancho los dedos con tinta. Nunca me ha importado ensuciármelos con tal de estar al día en las noticias. Pero esta mañana sentí un gran malestar apenas toqué el periódico. Creí que solamente se trataba de uno de mis acostumbrados mareos. Pagué el importe del diario y regresé a mi casa. Mi esposa había salido de compras. Me acomodé en mi sillón favorito, encendí un cigarro y me puse a leer la primera página. Luego de enterarme de que el jet se había desplomado, volví a sentirme mal; vi mis dedos y los encontré más tiznados que de costumbre. Con un dolor de cabeza terrible, fui al baño, me lavé las manos con toda la calma y, ya tranquilo, regresé al sillón. Cuando iba a tomar mi cigarro, descubrí que una mancha negra cubría mis dedos. De inmediato retorné al baño, me tallé con zacate, piedra pómez y, finalmente, me lavé con blanqueador; pero el intento fue inútil, porque la mancha creció y me invadió hasta los codos. Ahora, más preocupado que molesto, llamé al doctor y me recomendó que lo mejor era que tomara unas vacaciones, o que durmiera. Después, llamé a las oficinas del periódico para elevar mi más rotunda protesta; me contestó una voz de mujer, que solamente me insultó y me trató de loco. En el momento en que hablaba por teléfono, me di cuenta de que, en realidad, no se trataba de una mancha, sino de un número infinito de letras pequeñísimas, apeñuscadas, como una inquieta multitud de hormigas negras. Cuando colgué, las letritas habían avanzado ya hasta mi cintura. Asustado, corrí hacia la puerta de entrada; pero, antes de poder abrirla, me flaquearon las piernas y caí estrepitosamente. Tirado bocarriba descubrí que, además de la gran cantidad de letras hormiga que ahora ocupaban todo mi cuerpo, había una que otra fotografía. Así estuve durante varias horas hasta que escuché que abrían la puerta. Me costó trabajo hilar la idea, pero al fin pensé que había llegado mi salvación. Entró mi esposa, me levantó del suelo, me cargó bajo el brazo, se acomodó en mi sillón favorito, me hojeó despreocupadamente y se puso a leer.
Lee el fragmento de la obra “El rey enamorado”, Les Luthiers y responder:
¿De qué trata el fragmento de la obra? ¿Por qué el rey le pide ayuda al juglar?
¿Cuál es la situación que origina el conflicto entre el rey y el juglar?
Transcribe nuevamente la última parte del fragmento utilizando correctamente los pronombres y evitar así el conflicto entre el rey y el juglar.
Marque todos los pronombres que encuentre.
Obra: “El rey enamorado”.
El Rey Enrique VI está enamorado de una plebeya. Para declarar su amor pide ayuda a un juglar, para que éste ponga música a los inspirados versos que dedicará a la bella dama.
Rey: - Ven, juglar, acércate. Mira, quisiera cantarle a María, pero el destino me ha castigado con dura mano en mi inspiración musical. Ruégote, ponles música a mis inspirados versos.
-
Rey: - por ser nido de ternura, oh María, yo te amo.
Juglar: - por ser nido de ternura, oh María, yo te amo… (el rey hace un gesto de enojo al juglar, y le dice algo al oído) … oh María, él te ama.
Rey: - Ámame como yo te amo a ti.
Juglar: - Ámelo como él la ama a usted.
Rey: - Y los demás envidiarán nuestro amor.
Juglar: - Todos nosotros envidiaremos el amor de ustedes.
Rey: - ¡Oh, mi amor! ¡María mía!
Juglar: - ¡Oh su amor! ¡María suya!
Rey: - Mi brillante, mi rubí.
Juglar: - Su brillante, surubí.
Rey: - Mi canción, mi poesía, nunca te olvides de mí.
Juglar: - Su canción, su poesía, nunca te olvides de su.
Rey: - Tú estás encima de todaslas cosas, mi vida.
Juglar: - Usted está encima de todas las cosas subida.
Rey: - Eres mi sana alegría.
Juglar: - Usted es Susana… eh… María, alegría.
Rey: - Mi amor.
Juglar: - Su amor.
Rey: - Mi tesoro.
Juglar: - Su tesoro.
Rey: - Mímame.
Juglar: - Súmame… ¡Súmelo!
Rey: - Tanto tú que te metes en lo más hondo de mí.
Juglar: - Tanto usted…
Rey: - que ya no sé si soy de mí o si soy de ti.
Juglar: - Tanto usted…
Rey: - Si tú me amaras a mí, amarías en mí aquello que amamos nosotros y envidais vosotros y ellos.
Juglar: - … ¡Ámelo!
Rey: - Cuando miras con desdén.
Juglar: - cuando mira con desdén.
Rey: - Pareces fría, sujeta.
Juglar: - Parece fría su… su cara.
Rey: - Por ser tan grandes tus dones, no caben en mí, mi bien.
Juglar: - por ser tan grandes sus dones, no caben en su soutien.
Rey: - ¡No! ¡No!
Juglar: - ¡No! ¡No!
Rey: - ¡Tunante!
Juglar: - sunante.
Rey: - ¡Miserable!
Juglar: - Suserable.
Rey: - ¡Guardias, a mí!
Juglar: - ¡Guardias, a él!
(Los guardias se llevan al rey en medio de protestas del mismo).